jueves, 27 de marzo de 2008

MOLAN LOS MONEGROS





Pues los Monegros, efectivamente, molan. Quedamos a desayunar y salimos de Zaragoza hacia las 9:30 en dirección Farlete. Una vez allí, tomamos una senda que seguimos a pie durante un ratillo (en tiempo no tengo ni idea, pero yo creo que una horeta). Cuando la senda comenzaba a alejarse de nuestro destino (Las Cuevas de San Caprasio), el valiente sherpa Super nos indicó el camino a seguir y al grito de "CAMPO A TRAVÉS" nos dirigimos hacia una... ¿dolina?. Subimos y cotilleamos las cuevas. Son como habitaciones en las que viven unos monjes: unas les sirven de dormitorio, otra de centro social, otra tiene un altar con San Caprasio... los jóvenes de la zona suben allí para las romerías y se pegan la noche de fiesta, y al día siguiente van a bajarlos con un remolque. En fin, una vez hecho esto nos dirigimos a la Torre del Moro.
Pues sí, veinte minutos más esquivando aliagas y procesionaria (nunca había visto tanta), y llegamos, muy del moro y ya. Volvimos a Farlete y comimos en El Molinero, un peculiar sitio de lugareños (allí comen los profes) en el que, cuando hay 15 personas ya están desbordados y deciden que te dan de comer (ensalada ilustrada y chuletas de cordero, con postre del supermercado por 20 euros,regado con vino de la tierra). Después marchamos a Aguilar del Ebro y estuvimos buscando su castillo (el Super jugaba con un castillo definitivamente imaginario de pequeñín), obviamente sin ningún éxito. Nos acercamos al Ebro y una vez con el coche, nos fuimos a tomar un cafecito a Osera de Ebro. Es tremendo, y no digo más. Colofón ideal para una jornada, sin duda, agotadora. Pero qué bien nos lo pasamos.

jueves, 20 de marzo de 2008

PROPUESTA DE SALIDA CERCANA by EL SUPER


Son las 2:22 y el Super propone ir el Sábado, a eso de las 9 de la mañana, a darnos un paseo por los alrededores de Zaragoza.
Explicóme: En vez de irnos hasta a tomar pol culo, nos hacemos llegar a Farlete (pueblo de mi CRA, a menos de una hora de aquí) y aparcamos. Desde allí podemos subir el Monte Negro y no sé qué más. Luego podemos voltearnos por Bujaraloz y bla-bla-bla, el caso es que acabamos visitando unas fábricas abandonadas y tal por las cercanías de Aguilar del Ebro. Ya allí me haría ilusión acercarme por Osera para ver si lo veo con otros ojos. Es decir, coche casi una hora y luego paseíto por monte y campo, regresión a la industria de los setenta y paseíto por pueblo.
Lo que tiene de bueno, frente al Matarraña, es que si nos sale mal tiempo no pasa nada.
El Super, el Martínez, Món y yo, de momento casi seguro que fijo que sí.
Besitos de buenas noches, de la campeona primera de risk junto con el Super (campeón segundo)